Área de Fisioterapia
¿Cómo afecta el confinamiento a los niños con discapacidad?
El confinamiento es una situación muy estresante para cualquier persona pero cuando se trata de cómo afecta a una familia con uno o varios niños con discapacidad estamos hablando de un reto. Los efectos negativos del confinamiento pueden acentuarse por diversas razones:
- Los niños se encuentran en continuo desarrollo y dependen en mayor grado del entorno para regular sus emociones y conductas. Cuando este entorno cambia, como es en el caso del confinamiento, será más habitual que los pequeños tengan dificultades para regular sus emociones.
- Las rutinas y los hábitos ayudan a los niños a mantenerse emocionalmente estables. El confinamiento conlleva un cambio significativo en éstas, lo cual, generará un impacto en los niños por lo que es muy importante seguir llevando a cabo una rutina independientemente de que no puedan salir de sus domicilios.
- El movimiento es imprescindible para el desarrollo de los niños y, al igual que ocurre con un entorno estable, les ayuda a regular sus emociones.
- Los niños necesitan relacionarse y este aspecto puede verse notoriamente limitado durante el confinamiento.
- Los niños necesitan estabilidad y certeza para tener un desarrollo saludable. Si esto no es así, les puede llegar a generar incertidumbre y empezar a sentir malestar.
¿QUÉ PODEMOS HACER PARA EVITAR QUE APAREZCAN ESTOS ASPECTOS EN NUESTROS NIÑOS?
Vamos a hacer hincapié en los juegos sensoriales, una herramienta muy importante durante los días de confinamiento. A través de actividades sensoriales se favorece la interacción y comunicación con los adultos y la regulación de las emociones en situaciones de tensión. Este tipo de actividades pueden realizarse con materiales que tengamos en casa. A continuación algunos ejemplos:
- Libros sensoriales.
- Arena moldeable.
- Sacos con texturas.
- Pintura de dedos.
- Juegos trasvases de materiales (comida, líquidos…)
- Música, recurso sensorial fundamental, ya que los niños disfrutan especialmente de los sonidos y las melodías. La música puede emplearse tanto para actividades de activación como para favorecer la relajación.
Es importante evitar el uso excesivo de pantallas y ajustarlo a la edad y a la patología del niño. Se recomienda intentar mantener el contacto con otros familiares y con los amigos, ya sea a través del teléfono o por videoconferencia, lo que nos permitirá mitigar la situación de aislamientos social.
Finalmente, no nos olvidemos de los adultos que están a cargos de estos niños y esta situación también les afecta a sus emociones. En este contexto deberemos cuidar nuestras reacciones ante los niños en momentos de tensión o desánimo y evitar episodios de comunicación negativa.
¡ÁNIMO A TODOS!